sábado, 7 de marzo de 2009

La teoría de Darwin no excluye a Dios




En el bicentenario del nacimiento del científico inglés se recuerda que su teoría evolucionista no excluye creer que Dios es el creador
En 2009 se cumple el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882) y el 150º aniversario de su obra El origen de las especies (1859). En este contexto la Santa Sede ha analizado la teoría de la evolución desde el prisma de la fe.
Fuentes del Vaticano han afirmado en el congreso internacional sobre las teorías esgrimidas por el científico que sus postulados no excluyen creer que “Dios es el creador del hombre y de la Tierra”. En la apertura de la Conferencia Internacional “Biological Evolution Facts and Theories” (“Evolución biológica, hechos y teorías”) que se está desarrollando entre el 3 y el 7 de marzo en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, el cardenal William Levada destacó que “lo único que el Vaticano rechaza como absurdo es la concepción ateísta”.

“Esa concepción ateísta”, ha aclarado Levada, afirma que “la evolución prueba la inexistencia de Dios”; biólogos como Richard Dawkins sostienen actualmente esta idea. Asimismo el biólogo y filósofo estadounidense Francisco Ayala ha constatado que las religiones y los creacionistas chocan frontalmente ya que para los segundos “Dios es un mal ingeniero” a tenor de “los numerosos errores que suceden en la naturaleza”.

Ayala, ex jefe de la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias (AAAS), cree positivo el diálogo entre ciencia y fe ya que constituye “una confrontación entre ciencia y valores morales”, que según el experto “es fundamental que ocurra en la sociedad moderna”.

El objetivo del congreso es analizar la conjunción errada que han podido causar las controversias ideológicas que han provocado la teología y la ciencia entre creación y evolución.

El Papa impulsó el encuentro

El congreso que cuenta con el apoyo del Consejo Pontificio para la Cultura, está organizado por la universidad Gregoriana conjuntamente con la de Notre Dame en Indiana (Estados Unidos). Su finalidad es mostrar “la fe y la ciencia como complementarias y no como incompatibles y reestablecer este diálogo en la diversidad”, según fuentes vaticanas.

En la presentación el profesor Marc Leclerc, director del congreso, aclaró que el encuentro no se trata “de una celebración” en honor del científico inglés, sino de “analizar un evento que marcó para siempre la historia de la ciencia y que ha influido en el modo de comprender nuestra misma humanidad”.

Durante estos días científicos, teólogos y filósofos expertos de diversas disciplinas y universidades del mundo plantearán la reconciliación entre los términos creación junto evolución “sin convertir la primera en una teoría científica ni reducir la segunda a un dogma”, según concluye el boletín de la presentación.

Los expertos opinan

Recientemente el profesor de Filosofía de las Ciencias en la Pontificia Universidad Gregoriana, Gennaro Auletta, explicaba en una entrevista a L’Osservatore Romano que reproducía el portal de noticias aciprensa.com la falsa oposición entre darwinismo e iglesia.

Auletta precisaba que la Iglesia frente a las teorías darwinistas “nunca ha tenido una actitud de condena”, y, asimismo, “nunca han condenado ni el darwinismo, ni la teoría de la evolución”. Aunque precisó: “Se habla con frecuencia de la incompatibilidad entre el catolicismo y la teoría de la evolución, del riesgo de reducir al ser humano a un montón de células o a la pura dimensión animal, pero tal vez estos solo son mitos y los problemas sean distintos”.

Al mismo tiempo el profesor Marc Leclerc afirmaba en una entrevista al portal católico Zénit.org que el darwinismo era “una teoría científica” y no “una ideología” orientada a “un plano totalmente diverso” al de la “existencia o la no existencia de Dios”.

“Fe y ciencia buscan la verdad”

Por otro lado el físico y teólogo anglicano John Polkinghorne reconoció ver un claro diálogo entre fe y ciencia afirmando que “creación y evolución con compatibles”. En declaraciones a La Vanguardia el pasado 8 de febrero, el premio Templeton 2002 en reconocimiento a su obra científica y teológica admitió que “fe y ciencia buscan la verdad”, y añadió: “La verdad es tan importante para la ciencia como para la fe. La ciencia pregunta cómo son las cosas. La fe pregunta por su por qué. [...] No podemos disociar las preguntas del cómo y del por qué”.

El científico y pastor de la Iglesia anglicana, en declaraciones a la cabecera catalana, constata que “ciencia y fe tienen limitaciones” ya que “miran el mundo desde perspectivas diferentes”; y añade: “La ciencia no nos da toda la verdad, pero nos da verdades. Y los creyentes que buscan a Dios se alegran de las verdades que les proporciona la ciencia”.