sábado, 29 de junio de 2013

Carta de un padre socialista a su hijo sobre la enseñanza de religión.

Carta de un padre socialista a su hijo sobre la enseñanza de la religión Jean Jaurès *

* Líder socialista francés (1859-1914).

El socialista Jean Jaurès nació en Castres, Francia.Estudia en la Ecole Normale Superieure de Paris,trabaja como profesor de Filosofia en Albi y da algunas clases en la Universidad de Toulouse (1883-85). Desde 1889 hasta 1914 es diputado como miembro del Partido Obrero Fr...ancés. En 1904 funda el periódico ’Humanité. En 1905 consigue unir bajo su liderazgo a los socialistas franceses, formando la Sección Francesa de la Internacional Obrera. Fue precisamente el diario socialista L’Humanité el que publicó esta carta dirigida a su hijo en fecha que no nos consta. Muere asesinado en 1914.

Este texto fue citado por Pildain en las Cortes de la II República y ha llegado hasta nosotros a través de Michel Santamarina, histórico militante de la HOAC de Sestao (Vizcaya) y Carlos García de Andoin.

QUERIDO HIJO, me pides un justificante que te exima de cursar la religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera que la mayor parte de los condiscípulos,y temo que también un poco para parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones religiosas.

Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás. No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre; pero tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, y no lo serían sin un estudio serio de la religión.

Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión; son, hijo mío, declaraciones buenas para arrastrar a algunos, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido.

¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute?

¿Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?

Dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender la historia y la civilización de los griegos y de los romanos, y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo,sin conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Medía y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras,¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire,De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra, a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofía o de moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural,la filosofía más extendida, la moral más sabía y más universal? –éste es el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau–. Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes;

Ampère era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe de un bretón; Flammarion se entrega a fantasías teológicas.

¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religiónestá íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización; y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una

manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras. Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado, es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay

que reprochar a los que las practican fielmente y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía, en el simple «savoir vivre», hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas.

Si no estamos obligados a imitarlas, debemos, por lo menos, comprenderlas, para poder guardarles el respeto,las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas.

Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de consuno los hechos y el sentido común.

Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han recibido educación religiosa; su conducta prueba que han conservado toda su libertad.

Además, no es preciso ser un genio para comprender que sólo son verdaderamente libres de no ser cristianos los que tienen facultad para serlo, pues, en caso contrario, la ignorancia les obliga a la irreligión. La cosa es muy clara: la libertad exige la facultad de poder obrar en sentido contrario.

Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío,que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación.

(Texto sacado del Diario de Sesiones de las

Cortes españolas, 1 de Marzo de 1933)(1).

1) El diputado y canónigo Antonio Pildain —que sería nombrado obispo de Canarias el 23 de mayo de 1936— aportó este texto, que hizo adjuntar al acta de la sesión, durante la polémica discusión de la Ley de Congregaciones que defendía el gobierno y a la que se oponía la derecha en bloque. Este debate puede consultarse en una página Web:

www.segundarepublica.com/ republica/documentos/ 516.htm. De la carta presuntamente publicada en L’Humanité no hemos encontrado ningún rastro en las obras de y sobre Jean Jaurès. Sí que hay referencia a la “sorpendente historia de la primera comunión de la hija de Jaurès” que aducía el antiguo Partido Socialista Obrero Revolucionario como motivo para retrasar entre 1902 y 1905 la unidad total del socialismo francés (Véase Daniel Ligou, Histoire du Socialisme en France 1871-1961, PUF, Paris 1962, p.157). Pero en 1902 su hijo tenía sólo 4 años. Y este hecho lo encuadra Leon Trotsky así: “Familia burguesa, universidad, matrimonio burgués, hija que la madre induce a la comunion...” (Kievkaia Mysl, 17 de Julio de 1915). Estas referencias dan cierta plausibilidad a la carta, aunque extraña que tras la polémica de la comunión, cuando ya era líder del partido, escribiera una carta así en L’Humanité entre 1905 y 1914 y no conste en la historia ni la carta ni la presumible reacción. Iglesia Viva.Ver más



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¿Por qué abortan las francesas? Artículo aparecido a finales de 1.977

¿POR QUÉ ABORTAN LAS FRANCESAS?

Triste repertotorio de razones aducidas para interrumpir el embarazo.

Seiscientos días después de la legalización del aborto en Francia, J.H. Soutoul, profesor de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de Tours, y otros colaboradores de varias universidades francesas han analizado sus repercusiones en un libro titulado Consecuencias de una ley, aborto año II. Germano Goglia, director del Instituto de Histología y Embriología de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma, comenta en L’Osservatore Romano, (24-IX-77) algunas de las conclusiones de este libro.

¿Qué ha ocurrido después de la entrada en vigor de la ley?. El ministerio de sanidad francés ha publicado a finales de 1976 una relación oficial relativa al período 17-I-1975 y 1-IX-1976, en que se demuestra que los abortos legales efectuados en este país, durante los 600 primeros días de su legalización, son 45.085. Ante esta cifra, los autores del libro concluyen que el número de abortos ha aumentado considerablemente después de su legalización, pues en ese período han sido realizados en Francia, según sus estimaciones, no menos de un millón de abortos, de los que sólo 45.085 han sido declarados legalmente. “Si se tiene por buena la cifra de 400.000 abortos anuales realizados antes de la aplicación de la ley (1), el incremento anual de abortos declarados o clandestinos ha sido de 200.000 después de su aprobación.”

Estos datos comenta Goglia, confirman la tendencia, frecuente también en Italia, a hinchar la cifra de los abortos clandestinos, y demuestran, por otra parte, la ineficacia de una ley que pretendía eliminar “la plaga de la clandestinidad”.

¿Cómo explicar que existan abortos clandestinos cuando el aborto es legal? La conclusión parece evidente: “la legalización del aborto no confiere al acto ninguna legitimidad moral y, presumiblemente, las mujeres, a las que la ley no ha eliminado el sentido de culpabilidad ligado a la práctica abortiva, han preferido la vieja vía de la clandestinidad en vez de la vía pública, abierta por la ley liberadora”.

La ley abortista francesa, en su artículo 1, señala que “La ley garantiza el respeto a todos los seres humanos desde el inicio de su vida. No se debe atentar a este principio más que en caso de necesidad y con las condiciones previstas por la presente ley”.

Un muestrario de casos de “necesidad”.-¿Qué significa, para las francesas que abortan, los casos de necesidad? Goglia resume un elenco de “estados de necesidad” presentador por M. Renaud, director del Centro de Planificación Familiar de Tours.

“Madame B., casada, 24 años, un hijo de 3. Se queja de no poder asumir la titularidad del puesto que ocupa en el año en curso; desea un niño sólo después de adquirir la titularidad (de ahí la petición de abortar)”

Mademoiselle W., soltera, 23 años. Rechaza el embarazo actual, y también los sucesivos, con la siguiente justificación: “Ya hay demasiados desgraciados sobre la tierra.”

“Mademoiselle X., soltera. Sólo quiere conocer la edad exacta del feto con el fin de establecer la identidad del padre. Mantendrá el embarazo sólo si se asegura de que el niño es hijo del hombre a quien quiere.

“Mademoiselle G., soltera, 24 años, un hijo. Rechaza todo argumento con el pretexto de que la ley le permite abortar y no quiere tener otro hijo.”

Mademoiselle H., soltera, 22 años. Trabaja y desea casarse con un joven de su edad, igualmente ocupada. No quiere tener el niño, porque sus padres la echarían de casa.”

“Madame A., casada, un hijo, sin problemas financieros. Dará a luz en verano. ¿Pero quien cuidará del niño durante las vacaciones? Desea abortar y se compromete a calcular mejor el próximo embarazo.

“Madame O., casada, 28 años, dos hijos, uno murió hace seis meses cuando tenía 3 años. Quiere abortar porque un nuevo hijo le absobería todo su afecto neutralizando el recuerdo del hijo muerto,”

“Mademoiselle Q., soltera, 21 años, estudiante, se casará dentro de dos meses. Rechaza el nacimiento del niño porque coincidirá con la fecha en que tendrá un examen.”

“Mademoiselle J., soltera, 21 años, dejó de utilizar anticonceptivos, porque oyó decir que su empleo producía la esterilidad. Quiere abortar para poder seguir utilizando anticonceptivos (evidentemente, el embarazo para ella era sólo una prueba de que la práctica anticonceptiva no la había hecho estéril).”

Mademoiselle X., 19 años, hija del dueño de un bar, prometida con el hijo de un tendero en litigio con su padre. El embarazo, psicológicamente aceptado por la pareja, es incompatible –dice- con el conflicto entre las dos familias.”

“Madame Z., casada, 25 años, un hijo. La cosecha de trigo de la finca ha sido desfavorable . De ahí su petición de aborto.”

Un niño, “lo más pronto posible”.- Por último, un caso que vale la pena resumir. Madame Y., 30 años, un hijo de cuatro años.. Queda encinta, y piensa que el padre no deseará el niño porque el matrimonio había decidido no tener otro hijo hasta dentro de dos años. Ningún problema económico. Se presenta en un centro estatal para abortar. El asistente que le recibe sospecha que existen problemas en la pareja. Efectuado el rito de la entrevista, se elimina el niño. Al siguiente mes la mujer se vuelve a presentar y le dice al médico que quiere un niño “lo más pronto posible”. El médico le pregunta la razón del cambio de actitud. La mujer, llorando, explica: “Todo ha sido demasiado rápido; nadie se ha opuesto a mi petición de abortar y yo cría que tenía motivos. Cuando mi marido se ha enterado, se ha puesto a llorar y me ha dicho que sentía muy desgraciado al encontrarme entre las p… Mi familia hubiera aceptado el niño. Quiero tener un hijo lo antes posible. Además ahora no puedo contemplar a ningún niño por la calle.”

Mientras la ley francesa garantiza el aborto sólo para los casos de “necesidad”, prevé sanciones contras los médicos que se nieguen a asistir a una persona en ese estado. El elenco de los casos citados, comenta Goglia, resultan altamente significativos de qué se debe entender por “estado de necesidad”

(ACEPRENSA)

(1) Es difícil conocer la cifra con mediana exactitud: en el proyecto de ley aprobado en 1975 se habla de 800.000 anuales; los abortistas llegaban a dos millones; el Instituto Nacional de Estudio Demográfico, a 250.000, otros 400.000.





























miércoles, 26 de junio de 2013

UNA FRASE DE 1950 DE PLENA ACTUALIDAD.


Acaso te suene a algo ... que circule y apuesta porque llegue hasta el mismísimo Rey y su Gobierno

El 2 de febrero de 1905 nació en San Petersburgo la filósofa y escritora estadounidense (nacida rusa) Alissa Zinovievna Rosenbaum, más conocida en el mundo de las letras bajo el seudónimo de Ayn Rand, y fallecida en marzo de 1982 en New York.

Nunca más oportunas las palabras de la autora:

Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada."

AYN RAND (1950)