jueves, 13 de enero de 2011

Musulmanes franceses alzan su voz contra el terror islamista

Un manifiesto condena los últimos atentados contra cristianos en Oriente
Los principales representantes religiosos islámicos de Francia se suman a la iniciativa


La iniciativa es inédita y de un alcance simbólico profundo. Por primera vez en Francia, un nutrido grupo de personalidades de confesión y/o cultura musulmana han lanzado un manifiesto público donde condenan con inusual firmeza el terrorismo islamista y muestran su solidaridad con los cristianos de Oriente, víctimas de una reciente oleada de atentados perpetrados por grupos terroristas fundamentalistas.

El manifiesto, titulado “El islam, escarnecido por los terroristas”, ha sido promovido por el semanario Respect Magazine y fue publicado ayer por el diario ''Libération. Entre los primeros 60 firmantes hay artistas, escritores, empresarios, médicos, periodistas, compositores, catedráticos, sociólogos, arquitectos, cineastas, presidentes de asociaciones cívicas, concejales, funcionarios y guías espirituales. Los principales representantes religiosos del islam en Francia también se han sumado: así Mohamed Moussaui, presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán; Dalil Boubakeur, rector de la Gran Mezquita de París, o Tareg Oubrou, gran imán de Burdeos.

Tras referirse a las “atrocidades cometidas en nombre del islam” contra los cristianos en Egipto y en Iraq, el manifiesto proclama “alto y fuerte” que “estos asesinos no son el islam y no representan en absoluto a losmusulmanes”. “Queremos significar a través de este llamamiento nuestro rechazo a este rapto de nosotros mismos”, subrayan los firmantes, que denuncian a los “falsarios” que pretenden “usurpar la identidad” de los musulmanes, a los “extremistas” que utilizan la religión como “un arma”.

“El asesinato de cristianos, como de todo ser humano, es un horror absoluto. Y es también al islam al que se asesina cometiendo crímenes en su nombre”, prosigue el escrito, cuyos signatarios expresan su “indignación” por estos crímenes y su “rechazo de la intolerancia y de la violencia cometidas, en todo el mundo, contra las minorías”. El manifiesto termina denunciando a quienes “escarnecen su fe o su identidad en nombre del islam” y abogando por la “convivencia” en sociedades multiconfesionales.

Los redactores del texto, Marc Cheb Sun y Ousmane Ndiaye, han justificado su iniciativa en la necesidad de “hacer visibles y audibles sentimientos compartidos por muchos (musulmanes de Francia) que necesitaban poder expresarse públicamente” y la desvinculan de las reclamaciones que algunos políticos –como el diputado de la UMP Bernard Carayon– han lanzado a los musulmanes instándoles a condenar los atentados. “(Estas declaraciones) no pueden obligarnos a hablar, pero tampoco deben impulsar el silencio”, han argumentado.

Si condenas ha habido a título personal, hasta ahora había faltado un pronunciamiento colectivo. Algunos lo echaban en falta, como Naïma M’Faddel-Ntidam, presidenta de La Maison d’Averroès. “Ya era hora de que los franceses de confesión o cultura musulmana pudieran hacer audible su indignación, con más razón cuando esos actos son cometidos en nombre de su fe”, dice.

Lo cierto es que la comunidad musulmana estaba obligada a hacer algo para intentar rebajar la tensión que los crímenes contra los cristianos de Oriente ha suscitado en Francia. Un reciente sondeo del instituto Ifop, publicado la semana pasada, ponía de relieve que el 42% de los franceses ven a los musulmanes como una amenaza para la identidad del país y el 68% considera que no están bien integrados en la sociedad. Esta percepción negativa va pareja con un aumento de la atracción de las ideas de la extrema derecha: otro sondeo, este de TNS Sofres, revela que hoy el 22% de los franceses se dicen de acuerdo con las ideas del Frente Nacional de Le Pen.