domingo, 8 de febrero de 2009

El nuevo patriarca Kiril no quiere católicos en Rusia


El patriarca Kiril es evangelizador, pero no quiere católicos en Rusia


Mantendrá distancias con el Kremlin y fortalecerá la Ortodoxia, pero no mejorará el ecumenismo.


Kiril de Smolensk ha salido elegido como nuevo Patriarca de Moscú y de Todas las Rusias, líder de 135 millones de ortoxos rusos, muchos de ellos en la diáspora en Europa o en países de la antigua Unión Soviética.


El pasado martes 27, Kiril recibió 598 votos de los 700 posibles, después de retirarse la candidatura del metropolita Filaret, que pidió que se votase a Kiril. El otro candidato, el metropolita Kliment, se quedó muy lejos.

Roma se vuelca en gestos.

Roma ha felicitado al nuevo líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa y ha tendido tantos puentes hacia él como ha podido en cuatro días. Nada más saberse su nombramiento, el Papa le envió un telegrama asegurando sus oraciones para que sepa guiar a sus fieles "con abundante sabiduría" y les sostenga en su "fidelidad al Evangelio y a las grandes tradiciones de la Ortodoxia rusa". Pero Benedicto XVI también reza, dice el telegrama, para que "siga buscando la plena comunión", que es el objetivo del diálogo entre católicos y ortodoxos.

Aprovechando que los obispos de las cuatro diócesis católicas de Rusia han estado esta semana en el Vaticano para su visita quinquenal (como ellos mismos dicen, "cabemos en un coche"), el Papa les ha pedido que renueven su "compromiso en el diálogo" con la Iglesia ortodoxa. Un espacio de trabajo común, ha recordado el Papa, es la lucha en defensa de la vida y la familia, además de "otras cuestiones económicas y sociales urgentes".

El cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, representará el domingo al Papa en la entronización de Kiril como nuevo Patriarca de Todas las Rusias. Cuando Radio Vaticano le preguntó por un posible viaje papal a Rusia, Kasper fue realista: "Hace falta tiempo y nosotros no queremos meter prisa. Nosotros estamos siempre disponibles", aseguró el purpurado.

Los católicos rusos de a pie no se hacen ilusiones

Kiril es muy conocido en Rusia. Probablemente, era el único jerarca ortodoxo conocido por la mayoría de los rusos, incluso los que no saben nada de cuestiones eclesiales. Era la mano derecha del difunto Alexis II y a menudo aparecía en televisión, donde se explicaba con claridad.

Al haber sido el responsable de las relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa, es bien visto también fuera de Rusia. Todas las agencias repiten, "invariablemente" que es una persona abierta al ecumenismo. Pero los católicos rusos lo matizan.

En "Getsemaní", un foro católico de Internet en ruso, los comentarios son claros: "Kiril ya ha dicho que está en contra de estructuras católicas en Rusia; no está en contra de la Iglesia Católica mientras se quede fuera de Rusia; y por supuesto no se quejará de en Occidente cedan templos católicos a los emigrantes rusos ortodoxos".

Es un resumen de la doctrina ortodoxa sobre el ecumenismo: el catolicismo está bien para los polacos, pero la forma rusa de ser cristiano es, para ellos, ser ortodoxo. Si eres ruso y tu madre era polaca, aceptamos que seas católico y vayas con otros emigrantes o hijos de extranjeros a la parroquia católica. Pero si eres ruso convertido al catolicismo (aunque vengas del ateísmo y nunca te hubieran bautizado), eres una oveja ortodoxa ilícitamente robada por los católicos. Para la ortodoxia, los herederos de los Apóstoles en Rusia son los obispos ortodoxos: por eso hubo un fuerte enfado cuando Juan Pablo II designó como diócesis a las administraciones católicas de Rusia.

En Forum.CatholicOnline.Ru, una forista, "Ksenia", representa la visión de la mayoría de los cristianos rusos sobre Kiril: "me gusta mucho Kiril, es racional, intelectual, tranquilo, parece adecuado, no un iluminado que vive en las nubes, es bastante cordial, y le gusta al pueblo", asegura.

El moderador de este foro, Andrei, resume la "hoja de ruta" de Kiril: "domesticará a los obispos locales, aplicará una reforma real de la enseñanza en los seminarios, sistematizará la teología; protegerá a la Iglesia Ortodoxa de un servilismo exagerado, al menos es un creyente sincero y preocupado por evangelizar".

Eso sí, "cuando ha habido tensiones con Roma, Kiril nunca ha demostrado ser filocatólico", afirma Andrei. Los católicos rusos señalan que los ortodoxos rusos, incluso los dialogantes como Kiril, están atados por una inercia anti-romana. "La ortodoxia no quiere negar su propia cátedra y, además, lo mezcla con el patriotismo".

Y además, recuerdan, "cuando una Iglesia ya está incrustada en el aparato del Estado, su carrera y vida peligra con los movimientos bruscos". Todos los comentaristas católicos coindicen en una cosa: que los obispos ortodoxos, dependen todos del Kremlin. Pero que Kiril, depende menos, y al menos marcará distancias con el poder político.

Un ejemplo se vio en la reciente guerra con Georgia. Mientras todos los medios aplaudían al presidente Medvedev, sólo la prensa ortodoxa condenaba la violencia en Georgia (al fin y al cabo, un país ortodoxo) y pedía alternativas a la lucha armada. En Rusia, un país donde el Estado lo tiene todo atado y bien atado, incluso una Iglesia tan controlada como la ortodoxa es un espacio de libertad crítica.

El análisis de un periodista y diácono ortodoxo

Andrei Kuraev, diácono y periodista de Moscú, analiza la situación desde su web especializada en religión, Kuraev. ru.


"Lo que gusta de Kiril a la gente del mundo es lo mismo que despierta cautela entre cierta gente de Iglesia: tiene personalidad propia, más allá del título. Es una mezcla rara en Rusia, un intelectual con poder, un pensamiento fuerte. Escuchándole en televisión un recuerda la frase evangélica: habla como quien tiene autoridad. Trabaja muy duro y hará pensar y trabajar a los demás. Su departamiento de relaciones exteriores eclesiásticas es la única estructura de gobierno eclesiástico que funciona de verdad.


Desde los años 90, Rusia es el tercer país del mundo que recibe más emigrantes [en su mayoría rusos de los países de la ex-URSS]. Nos guste o no, en el 2050 Rusia será mayoritariamente musulmana, si no la habitan los chinos. Será gente religiosa, los ateos se habrán extinguido como mamuts, por su propia decisión. Si no quieres tener hijos pobres, tu hijo único será minoría en su propia ciudad de habla extraña.

Como decía un párroco moscovita sobre crisis demográfica: "ah, yo veo esa crisis, en mi parroquia hay más natalidad que en Egipto". En Rusia las familias numerosas son casi exclusivamente de gente religiosa, y en sus convicciones está la salvación del país. No hay que convencer de esto a las abuelitas de parroquia, sino a los jóvenes, los que pueden fundar una familia.

¿Qué obispo enamorará a la juventud de la ortodoxia, quien les dirá que es el futuro de Rusia, no su pasado? En el s.XXI el Patriarca tiene que ser misionero. No solo ha de ser televisivo y lejano o nombre pronunciado en la liturgia, sus argumentos han de calar hondo y los estudiantes han de poder citarlo como una frase hecha, recordarla y poder pasar la frase a otra gente."

Kuraev piensa que Kiril puede ser ese hombre, y así han pensado, parece, los representantes que le han votado. Según la web del Patriarcado de Moscú, hay una anécdota que resume su personalidad.

En pleno comunismo soviético, teniendo Kiril 9 años, toda su clase entró en bloque en los Pioneros, la rama infantil-scout del Partido Comunista. Pero él se negó. Le preguntaron que por qué. Él respondió: "profesora, no me niego a hacerme pionero, pero ¿puedo yo con la pañoleta de los pioneros ir a la iglesia?"

Un creyente, en la práctica, no podía ser pionero. Era inconcebible. Le dejaron en paz. Venció la oposición con un argumento nuevo e inesperado. Era el estilo de un diplomático, que ahora pastorea a 135 millones de ortodoxos, mientras que la URSS, aquel imperio onmipotente, es sólo un recuerdo en las clases de historia política.

1 comentario:

Gloria dijo...

Habrá que esperar a veces algunos son más cerrados de mente que otros. He ido a Misas ortodxas y son antquísimas en sus liturgias entonces si él es muy apegado a eso, se entiende. Ojalá que no tengo amigos rusos ortodoxs y son muy abiertos.
Incluso el Hermano encargado de Taizé (movimiento cristiano eucumenal) estuvo con él hace poco pero alo mejor sólo fue un encuentro má sdipolmático. No sé. Gloria